(Domingo 4º de Cuaresma, 14 de Marzo de 2010)
Evangelio: Lucas 15, 1-3.11-32
Por Juan Jáuregui
Con imágenes muy gráficas Jesús nos revela en esta joya teológica y literaria el rostro de Dios, como pura misericordia; nos describe el pecado como degradación, la conversión como rehabilitación, reconciliación y fiesta; y caricaturiza la religiosidad fría, cumplimentera, orgullosa y despectiva del hermano mayor…
La parábola del Hijo Pródigo o, mejor, del padre misericordioso, nos da a entender que el padre salía todas las tardes a otear los caminos para ver si el hijo regresaba…