Los precios mundiales de los alimentos, impulsados en parte por la subida del precio de los combustibles, son un 36% más alto que hace un año y siguen inestables, empujando a las personas a una mayor pobreza, según indican las cifras que el Grupo del Banco Mundial dio a conocer hace dos días..
“Son más las personas pobres que sufren y más las que podrían caer en la pobreza debido al alza y la volatilidad de los precios de los alimentos”, dijo el presidente del Grupo del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, en la conferencia de prensa que ofreció antes del inicio de las Reuniones de Primavera. “Debemos dar prioridad a los alimentos y proteger a los pobres y vulnerables, que gastan la mayor parte de su dinero en alimentos”.