“Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanza, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo” (GS 1).
Los datos macroeconómicos no son nada halagüeños. Nos preocupa en especial la evolución de un paro que sigue creciendo, con todo lo que implica de sufrimiento, precarización e impotencia para muchísimas familias. Cada día nos despertamos con noticias preocupantes envueltas en un lenguaje críptico para muchos: bajada y subida del IBEX 35, mala evolución de la EPA, aumento del diferencial… Por debajo de todo ello, los rostros sufrientes de los parados, nuestros vecinos, familiares y amigos que anhelan un puesto de trabajo.