Es difícil el no fingir humildad; pero parece que necesitamos hacerlo.
Por ejemplo, algunos de los dichos de Jesús sobre la humildad parecen plantear más preguntas que respuestas. Por ejemplo, en la parábola del sentarse a la mesa, Jesús sugiere que no hay que avanzar hacia el mejor lugar, no sea que alguien más importante venga y seamos humillados cuando nos pidan que nos cambiemos a otro lugar. Más bien, él dice, avancen hacia el último lugar para que el anfitrión pueda venir a pedirnos que nos cambiemos a un mejor lugar, y de esta manera nuestra propia humildad será demostrada ante los otros huéspedes. El que se humilla será exaltado, y el que se enaltece será humillado. Superficialmente parece que esto no es sino una estrategia para que nos alaben al mismo tiempo que aparecemos ante los demás como personas humildes. Lee el resto de esta entrada »