Por Bernardo Baldeón
Ciertamente que el ser pobre no es un castigo de los “dioses”, ni un pecado, ni consecuencia de algún pecado como algunas religiones han enseñado a lo largo de la historia y, a veces, lo siguen haciendo.
Lo que sí es un pecado son los inhumanos sistemas económicos, políticos o sociales que se han convertido en verdaderas fábricas de crear pobres para su uso y provecho y luego desecharlos del sistema cual si fueran basura.
Recogemos en el último número de Antena Misionera unas palabras de San Antonio de Padua, dichas hace muchos años pero totalmente actuales. Desde el púlpito gritaba: “Ancho es el camino que lleva a la perdición. Pero no para los pobres de Cristo que entran por la vía estrecha, sino para los usureros de manos rapaces que se están convirtiendo en los amos del mundo. Y ¡qué casualidad! Son esas mismas manos, todavía manchadas de la sangre de los pobres, las que luego se tienden para dispensar limosnas”. Lee el resto de esta entrada »