Según el Diccionario de la RAE: sobrar, superar, rebasar, aventajar, desbordar, abundar, extralimitarse, propasarse, desmadrarse, excederse; entre sus antónimos: contenerse, reprimirse, limitarse y quedarse corto.
El verbo ha entrado recientemente en el lenguaje coloquial (“te has pasao”, “pasarse tres pueblos…”) y hay que reconocerle el mérito de describir divinamente, y nunca mejor dicho, las costumbres de Dios según las cuenta la Biblia: el éxodo no fue un vadear arremangados el Mar de los Juncos buscando la orillita, sino un paseo triunfal sobre lo seco entre murallas de agua; llovió tanto maná que, como dicen los gallegos, “no daban acabado”; las codornices fueron otro diluvio inesperado; las murallas de Jericó se vinieron abajo solo con tocar las trompetas. En los evangelios siguen desbordándose las cosas: la abundancia de peces casi hunde la barca en el lago; el vino que sobró en Caná bastaba para emborrachar a los paisanos de media Galilea; sobraron tantos panes y peces después del banquete en el descampado, que hicieron falta doce canastos para recogerlos; Nicodemo se presentó en el Calvario con 35 kilos de perfume para ungir el cadáver de Jesús. Lee el resto de esta entrada »