Día de Navidad, 25 de Diciembre
Érase que se era una ciudad española, cualquiera, Madrid, Barcelona, Valencia, Murcia, Santander, la que ustedes deseen. Sus calles estaban engalanadas porque llegaba la Navidad, ardían de luces sus escaparates, las aceras se habían poblado de abetos. Era la fiesta.
Y a esta ciudad llegó un día un ser venido de lejanas tierras. Era alguien que nunca jamás había oído la palabra «Navidad», alguien que no había oído siquiera el nombre de Cristo.
Era, tal vez, un monje sintoísta que hubiera vivido siempre encerrado en un monasterio del Japón.
O quizá un piadoso musulmán que en algún país del Medio Oriente rezaba todos los días a Alá al levantarse el sol. Lee el resto de esta entrada »