Por José María Castillo
No obstante la crisis religiosa, que estamos viviendo, son bastantes los cristianos que se ponen nerviosos si se les habla de innovaciones o cambios en la liturgia de la misa y demás sacramentos.
Esta postura es comprensible. Lo que seguramente no saben quienes defienden esta posición -y la defienden no sólo con energía sino incluso con indignació – es que, sin darse cuenta, quienes adoptan tal postura de forma intolerante, en el fondo, lo que hacen es aceptar y –sin saberlo- reafirmar una de las ideas típicas de Sigmund Freud. Lee el resto de esta entrada »