Por Rafael Luciani
Mons. Romero tomó posesión del Arzobispado de San Salvador el 22 de febrero de 1977 hasta que fue asesinado el 24 de marzo de 1980 durante la celebración de la eucaristía en la capilla del «Hospitalito» de La Divina Providencia en San Salvador. Durante esos tres años su honradez humana se vio sumida en un proceso de conversión al entrar en contacto con la realidad que vivían los más pobres de su pueblo. Esta experiencia, fruto de un seguimiento a Jesús crucificado, lo llevó a asumir la causa de los pobres a través de la promoción de la justicia y la construcción de la paz. Y lo hizo en medio de condiciones violentas, provocadas por el totalitarismo reinante, tanto en lo político-militar como en lo económico. Lee el resto de esta entrada »